lunes, 29 de junio de 2009

y el río infinito














Bueno, seguimos con el paseo y claro, con el pirineo antes de la llegada a Carcassonne, estuvimos por ahí cerca al río maravilloso en una reserva de lobos, nunca he estado de acuerdo con los animales en cautiverio pero nos vendieron el cuento de que era para su conservación, por aquello del peligro de extinción y de que estaban en muy buenas condiciones, pero que va, no hay buenas condiciones detrás de una reja, por grande que sea el espacio, de hecho en este sitio vimos algo terrible pero cierto en la vida de los animales, en una de las grandes jaulas, había una manada que estaba al parecer, en cambio de jefe, es pues que tenían todos al antiguo jefe maltratado y atosigado y claro, es normal, así lo hacen fuera, pero claro, pensamos, si estuviera al aire libre, en su hábitat, seguro este lobo huiría, pero claro, aquí no está en una jaula, entonces pasaba que estaba tranquilo, cuando de repente se iban todos tras él a amedrentarlo, podían matarlo? creo que sí, fue allí cuando me reafirmé en mi posición, no hay excusa para tener un animal en cautiverio, diría que casi que ninguna, pongo un par de fotos, ver los lobos fue superlindo pero daba como tristeza también, salí más mal... antes estaba mal, pues no recuerdo, pero como que salí más mal....
ese día llovió, bueno, todos esos días, estuvimos a punto de venirnos pero la verdad a mi no me molesta la lluvia, al contrario, me encanta, tengo dos recuerdos muy "bonitos de la lluvia", uno es realmente bonito, en Cali, cuando llueve, llueve, cae, cae, cae agua sin parar, lo que más me gusta es la cantidad de truenos que hay, son las nubes en una discutidera intensa allá arriba, o será que se emberracan de verdad con nosotros, por lo malvados que somos, no sé, pero oír semejante algarabía me gusta, sobre todo cuando estoy durmiendo, porque claro, empiezan la cantaletica y me despiertan y oigo el agua que cae, eso me gusta, bueno, resulta que yo tenía como 19 años y tenía una gran amiga, Lina, y en Cali todo estaba listo para llover, entonces qué, nos mojamos o qué? fui a su casa, que vivía con esa tía horrorosa, nos pusimos ropa viejita y cuando empezó la vaina, nos fuimos a caminar, a mojarnos, fue delicioso porque no fue que nos cogiera el aguacero, es que nosotros salimos a su encuentro, fue divino, y además buscábamos los charcos más honditos para chapucear y mojarnos la una a la otra, fue delicioso, es que claro si te disfrutas la lluvia pues no es maluca, pero yo no sé aquí en las españas porque no me mojo, medio veo agua y salgo como alma que lleva el diablo, como si el agua matara, entonces al final convencí a Xavi y nos quedamos y nos la disfrutamos, además el bosque lloviendo es mágico, ver la luz esa tan tenue que penetra por los árboles y las gotas como se deslizan por las ramas, además es que uno oye que llueve pero no llueve, el agua, la mayoría se queda en las hojas, allá en lo alto y luego van cayendo al ritmo que mejor les conviene, ya no son lluvia, ya son ellas y deciden el cuándo y el cómo.
otro día, en Cali también, yo estaba por esos tiempos en que yo era una cascada, un aguacero toda yo, sola yo, en el discurrir de mis aguas y claro llovía, y la calle se empezó a inundar y el agua corría, y cada vez más inundada y se acercaba al andén y no sé por qué me pareció que toda esa lluvia eran yo, eran mis lágrimas, yo había inundado la calle y no me había dado cuenta y además con qué fuerza!...

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